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¿Quién es quién en el hospital?

Tener un hijo en el hospital es un momento estresante. Y las preguntas sobre las personas que brindan atención y sus funciones pueden aumentar la confusión.

Tener un hijo en el hospital es un momento estresante. Y las preguntas sobre las personas que brindan atención y sus funciones pueden aumentar la confusión.

Aquí hay una guía para quienes cuidan niños en el hospital:

Niveles médicos

Estudiante de medicina: los estudiantes de medicina suelen pasar los dos primeros años de la facultad de medicina en el aula y los últimos dos años viendo pacientes en hospitales y consultorios.

Residente: un residente es un médico que se graduó de la facultad de medicina y ahora se está capacitando en un área médica específica, como pediatría o medicina interna. Los médicos realizan de tres a siete años de residencia antes de rendir los exámenes para recibir la certificación de la junta en su especialidad. Los médicos adjuntos supervisan a los residentes que brindan atención y deben aprobar sus decisiones.

Colega: un colega completó la facultad de medicina y la formación como residente, y está recibiendo capacitación clínica adicional en una subespecialidad.

Médico adjunto: un médico adjunto ha completado la formación médica y tiene la responsabilidad principal de la atención del paciente. Mientras supervisa la atención, el adjunto puede supervisar un equipo de estudiantes de medicina, residentes y colegas.

Subespecialista: un subespecialista es un médico adjunto que se enfoca en un área particular de una subespecialidad, como cardiología pediátrica (sistema cardiovascular) o reumatología pediátrica (problemas que involucran las articulaciones, como la artritis).

Hospitalista: los hospitalistas son médicos que se suelen especializar en medicina interna, medicina familiar o pediatría y se enfocan en la atención de niños hospitalizados. Un hospitalista que atiende a su hijo estará en contacto con su médico de cabecera, pero administrará el tratamiento mientras su hijo esté hospitalizado. Los hospitalistas no suelen tener prácticas privadas, por lo que se dedican por completo o casi por completo a atender a los pacientes hospitalizados.

Asistente médico (PA): un asistente médico, con supervisión de un médico capacitado, examina a los pacientes, diagnostica y trata enfermedades simples, solicita pruebas e interpreta los resultados, brinda asesoramiento sobre atención médica, asiste en la cirugía y confecciona recetas. La mayoría de los PA tienen un título universitario y completaron un programa de capacitación de dos a tres años de duración.

Médico de guardia: el “médico de guardia” es un médico que trabaja los fines de semana, las noches y otros turnos para responder preguntas o cubrir emergencias.

Especialistas y subespecialistas

Anestesiólogo: un anestesiólogo administra medicamentos durante la cirugía para ayudar a los pacientes a relajarse y a conciliar el sueño. El anestesiólogo está presente durante una cirugía para cuidar de los pacientes y asegurarse de que no sientan dolor. También se les puede hacer consultas para el abordaje del dolor en pacientes con problemas de dolor fuera del quirófano.

Endocrinólogo: un endocrinólogo es un médico que se especializa en diagnosticar y tratar enfermedades y afecciones que causan los problemas hormonales, como diabetes y problemas de crecimiento.

Cardiólogo: un cardiólogo es un médico que se especializa en diagnosticar y tratar problemas del corazón o de los vasos sanguíneos.

Gastroenterólogo: este tipo de médico se especializa en problemas con la digestión y enfermedades del esófago, estómago, páncreas, hígado, vesícula biliar e intestinos.

Hematólogo: un hematólogo es un médico que se especializa en trastornos sanguíneos.

Neonatólogo: un neonatólogo es un pediatra con formación especializada en la atención de recién nacidos prematuros y en estado crítico.

Nefrólogo: un nefrólogo es un médico que diagnostica y trata problemas renales.

Neurólogo: este tipo de médico se especializa en diagnosticar y tratar trastornos del sistema nervioso y del cerebro.

Oncólogo: un oncólogo es un médico que se especializa en diagnosticar y tratar el cáncer.

Otorrinolaringólogo: este médico se especializa en el tratamiento de problemas de oído, nariz, garganta y cuello.

Psiquiatra: un psiquiatra es un médico que se especializa en el tratamiento de problemas emocionales y conductuales a través de la psicoterapia, la prescripción de medicamentos y la ejecución de algunos procedimientos médicos.

Psicólogo: un psicólogo se especializa en el tratamiento de problemas emocionales y conductuales a través de consultas, evaluaciones, pruebas y terapias psicológicas. Un psicólogo no es un médico, pero tiene un doctorado (PhD o PsyD). Los psicólogos en los hospitales suelen ayudar a prevenir o tratar los problemas emocionales, conductuales y mentales que los pacientes y las familias pueden experimentar cuando se enfrentan a problemas médicos.

Neumólogo: un neumólogo es un médico que se enfoca en los problemas pulmonares, como el asma y la fibrosis quística.

Reumatólogo: un reumatólogo es un médico que trata problemas relacionados con las articulaciones, los músculos y los huesos, además de enfermedades autoinmunes. Los reumatólogos tratan afecciones como la artritis y el lupus.

Cirujano: un cirujano es un médico que puede operar a los pacientes si es necesario. Un cirujano general realiza una gran cantidad de procedimientos diferentes, como extraer un apéndice o reparar una hernia. Los tipos especializados de cirujanos incluyen neurocirujanos, quienes operan el cerebro y el sistema nervioso; urólogos, quienes operan el sistema urinario y ortopedistas, quienes operan huesos y articulaciones.

Enfermeras

Las enfermeras brindan gran parte de la atención diaria en los hospitales, controlan de cerca la afección de un paciente y realizan trabajos vitales, como administrar medicamentos y educar a los pacientes sobre el cuidado personal.

Hay muchos tipos de enfermeras que ofrecen distintos niveles de atención:

Enfermera licenciada (LPN): la LPN brinda atención básica y asistencia a los pacientes con tareas como bañarse, cambiar el vendaje de la herida y tomar signos vitales. Una LPN tiene al menos un año de capacitación en este tipo de atención.

Enfermera certificada (RN): una enfermera certificada administra medicamentos, realiza pequeños procedimientos, como extraer sangre, y sigue de cerca la afección de un niño. La RN se ha graduado de un programa de enfermería y tiene una licencia estatal.

Enfermeras de práctica avanzada (APN): una enfermera de práctica avanzada es una RN que recibió capacitación avanzada además de la escuela de enfermería. Como mínimo, la APN tiene un título universitario y una maestría en enfermería. Entre los diferentes tipos de APN se incluyen los siguientes:

  • Practicante de enfermería (NP): un practicante de enfermería tiene capacitación adicional en un área en particular, como medicina familiar o pediatría. El NP suele preparar el historial médico, hacer el examen físico inicial, realizar algunas pruebas y procedimientos, escribir recetas y tratar enfermedades y lesiones menores. El NP tiene una maestría, certificación de la junta en su especialidad y una licencia estatal.
  • Enfermera certificada en técnicas de obstetricia (CNM): una enfermera certificada en técnicas de obstetricia brinda atención ginecológica y obstétrica para embarazos de bajo riesgo. La CNM atiende partos en hospitales, centros de maternidad y hogares.
  • Especialista en enfermería clínica (CNS): un especialista en enfermería clínica brinda una amplia gama de atención en hospitales, clínicas, asilos, consultorios privados y centros de salud comunitarios. Un CNS obtuvo una licencia en enfermería, tiene una maestría y suele trabajar en administración, educación o investigación.
  • Enfermera anestesista certificada (CRNA): una CRNA se especializa en administrar y controlar la anestesia. Prepara a los pacientes antes de los procedimientos, administra anestesia y supervisa la recuperación de la anestesia. La CRNA realiza de dos a tres años de capacitación en esta área.
Otro personal médico

Además de la atención de médicos y enfermeras durante una hospitalización, los niños también pueden ver a terapeutas con capacitación especial en diferentes campos.

Especialista infantil: los especialistas infantiles trabajan para reducir el estrés y la ansiedad mientras los niños están en el hospital. Lo hacen de distintas formas: ayudan a los niños a enfrentar todo tipo de situaciones, desde la extracción de sangre hasta el momento en que extrañan su hogar o se enfrentan a un diagnóstico de una enfermedad grave. Ofrecen comodidad y otorgan a los niños la oportunidad de jugar o expresar sus sentimientos. Un especialista infantil suele tener capacitación en trabajo social.

Especialista en educación de salud: este especialista forma parte de un equipo médico, enseña a los pacientes sobre una afección de salud en particular y cómo manejarla. Los especialistas en educación de salud están capacitados y certificados. Suelen especializarse en un campo en particular, como la diabetes o el asma.

Nutricionista: un nutricionista planifica las comidas para los pacientes según su afección médica y sus necesidades. Un nutricionista también podría brindar orientación alimentaria a los niños para ayudarlos después de su hospitalización.

Terapeuta ocupacional: un terapeuta ocupacional trabaja con los niños para mejorar la coordinación, las habilidades motoras y las habilidades que necesitan para jugar, desempeñarse en la escuela y realizar actividades diarias (como la coordinación óculo-manual). Los niños en terapia ocupacional pueden estar enfrentando problemas de salud como defectos de nacimiento, autismo, artritis reumatoide juvenil, retrasos en el desarrollo, quemaduras, amputaciones o lesiones graves.

Farmacéutico: un farmacéutico proporciona medicamentos a los pacientes, verifica cualquier interacción entre los medicamentos y trabaja con el resto del equipo médico para elegir los tratamientos adecuados.

Fisioterapeuta: un fisioterapeuta utiliza ejercicios, estiramientos y otras técnicas para mejorar la movilidad, disminuir el dolor y reducir cualquier discapacidad relacionada con una enfermedad o lesión. Es posible que los niños necesiten fisioterapia después de la cirugía o como resultado de retrasos en el desarrollo, lesiones u hospitalizaciones prolongadas.

Terapeuta respiratorio: un terapeuta respiratorio evalúa, trata y atiende a niños con problemas respiratorios y cardíacos que también afectan los pulmones. Los niños con las vías respiratorias obstruidas pueden recibir fisioterapia torácica (ejercicios que sacan la mucosidad de los pulmones para abrir las vías respiratorias) o medicamentos inhalados (medicamentos que se inhalan hacia los pulmones). Es posible que quienes estén en estado crítico y no puedan respirar por su cuenta, se les coloquen respiradores para ayudarlos a respirar.

Trabajador social: un trabajador social en un hospital se enfoca en mejorar el bienestar emocional de los niños y de sus familias, además de ayudar a coordinar la atención médica. Además de ofrecer apoyo emocional, un trabajador social puede ayudar a la familia a satisfacer las necesidades del niño en la escuela o en el hogar.

Terapeuta del habla y del lenguaje: un terapeuta del habla y del lenguaje puede trabajar con pacientes que tienen problemas para hablar o tragar, como niños con retrasos en el desarrollo, problemas auditivos, problemas neurológicos o defectos de nacimiento, como fisura palatina.

Voluntario: hay voluntarios de todas las edades, desde estudiantes de secundaria hasta jubilados, que donan su tiempo para ayudar a mejorar la atención al paciente. Las tareas que realizan los voluntarios son diferentes en cada hospital, pero pueden incluir llevar juegos y libros a los pacientes o llevarlos a caminar por el hospital.

Voluntario de terapia con mascotas: los hospitales a veces utilizan la terapia con mascotas, también conocida como terapia asistida por animales, para ayudar a reducir el estrés, hacer que los pacientes se sientan más cómodos y mejorar el estado de ánimo. Con las investigaciones se ha demostrado que la terapia con mascotas puede mejorar el bienestar emocional de los pacientes que se enfrentan a distintas afecciones, e incluso puede mejorar la movilidad, las habilidades motoras y la independencia de las personas con discapacidades. En la terapia con mascotas, el paciente da su consentimiento para que los voluntarios y sus mascotas que han completado los programas de capacitación, se acerquen a su cama.

El hospital puede ser un lugar muy concurrido, pero si desconoce la identidad de alguien o qué función cumple una persona en el cuidado de su hijo, no dude en preguntarle a alguien del personal. Comprender esto ayudará a que usted y su hijo se sientan más cómodos durante una hospitalización.